Una de las diferencias más grandes de un partido al otro se registra en la eficiencia ofensiva de Nacional. El tricolor anotó 1,31 puntos por posesión (vez que atacó sin contar las que se dan tras rebote ofensivo) en el primer punto y bajó a 0.96 para el segundo. En ese rubro, el aguatero fue estable ya que terminó con 1.00 el primer juego y 1.05 el segundo. En ambos partidos ganó el que dominó el rebote en la pintura ajena: en el juego uno Nacional tomó el 42.5% de los rebotes en el área rival, mientras que en el dos Aguada se quedó con el 45.9% de los que se dieron en su ofensiva.
El tricolor había convertido un 46% (14/30) en triples el primer día y bajó a un 20% (6/29) el segundo. En el punto dos, Nacional cedió siete asistencias menos (17 y 10) y perdió 10 balones más (6 y 16) que en el uno. A nivel individual, Gastón Semiglia había convertido 22 puntos (⅝ en triples) en el primer punto y terminó con 16 (2/8) el segundo, mientras que hay que considerar que en el segundo partido James Feldeine solo pudo jugar 4:35.
El aguatero entregó cinco asistencias más (13 y 18) de un juego al otro y robó cinco balones más (4 y 9). Además, anotó casi el doble de puntos tras pérdidas (8 y 14). Donald Sims fue el goleador del equipo ambas noches (19 y 22 puntos), siendo escoltado por Juan Santiso y Federico Pereiras en los dos partidos.