La uruguaya comunicó a través de un video en sus redes sociales que decidió comenzar a competir en iQFOil, dejando atrás 11 años de ILCA (ex láser radial).
"Siento que ya toqué mi techo deportivo y emocional", expresó. "Es momento de buscar algo que me vuelva a prender fuego por dentro", señaló la uruguaya.
Lola compite oficialmente en ILCA desde 2014, cuando tenía 14 años. Desde ese momento logró ganar un Mundial Juvenil, obtuvo medallas Panamericanas y Sudamericanas, y compitió en tres Juegos Olímpicos: Rio 2016, Tokyo 2020 y Paris 2024.
Tras los Juegos de Paris la uruguaya tomó la decisión de cambiar de categoría hacia iQFOil y desde ese momento se está preparando para competir.
Su debut oficial podría concretarse en octubre, en el Sudamericano de Buenos Aires.
"No es fácil dejar lo que uno ama, pero hay que animarse a dar ese salto para seguir creciendo. Empiezo esta nueva etapa con toda la ilusión del mundo. Porque mi historia en el agua no se termina", señaló Lola.
El iQFOiL es una modalidad del windsurf que se diferencia del RS:X, el anterior formato olímpico, en que la orza abatible se sustituye por un foil (un tipo de alerones). De esta manera, la tabla parece volar gracias al uso de los hidroplanos que están situados en la parte inferior, y que permiten elevarla por completo fuera del agua cuando alcanza velocidad de planeo.
Esta tecnología posibilita no solo que el deporte sea más espectacular, sino que los deportistas vayan más rápido. El foiling es también silencioso y se maneja con más suavidad, pero se necesita una mayor concentración para mantener el equilibrio y alcanzar las velocidades más altas.
En Paris fue la primera vez del iQFOil como categoría olímpica. El podio lo lograron la italiana Marta Magetti, la israelí Sharon Kantor y la británica Emma Wilson.